En promedio, 2 galones de pintura son vendidos por persona en los Estados Unidos anualmente. Esto es mucha pintura, y la mayor parte termina en los tiraderos.

Ambas pinturas, de aceite y látex, contienen químicos (solventes y metales) que pueden dañar al suelo y agua si son arrojados en la calle o drenaje.

La pintura nunca debe de ser vertida por el drenaje ya que los químicos pueden sobrepasar la planta de tratamiento de aguas. Estos químicos pueden ser descargados en los lagos y ríos, contaminando las aguas.

La pintura debe mantenerse fuera de la basura ya que la mayoría de la basura casera es compactada, forzando la pintura fuera de la lata. Si el tiradero falla, la pintura podría fugarse y contaminar los suelos y aguas subterráneas.